El pasado lunes nos llegó del otro lado del Atlántico la terrible
noticia que una usuaria del metro de Washington había fallecido y varias
decenas de pasajeros habían tenido que ser atendidos por los servicios de emergencia. Todo ello al llenarse un convoy de humo intenso y quedarse atrapado en el interior de un túnel dificultando su
evacuación.
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Figura 1. Instantánea del interior del convoy
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Figura 2. Instantánea de la estación más cercana al accidente
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Las primera investigaciones indican que la intensa
humareda fue generada por un problema en el sistema de distribución de la
energía de tracción (la empleada para el movimiento de los trenes), que en Washington
se distribuye por un tercer carril (como antiguamente en alguna líneas del
metro de Barcelona).
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Figura 3. Zona donde se supone se originó el accidente
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Este acontecimiento nos recuerda que, pese a ser los ferrocarriles
urbanos uno de los medios de transporte más seguros, no pueden caer en el
olvido medidas de seguridad, como las presentadas en este blog (salidas de emergencia, sistemas de ventilación o realización de simulacros).
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Para tranquilidad añadida del lector, es preciso indicar que
muchas de las administraciones responsables de estos sistemas de transporte no
paran en su empeño de aumentar la seguridad. Así, por ejemplo, se continúa
investigando tanto en medidas para evitar accidentes, como para mejorar la
intervención en caso de suceder. En este sentido destaca el programa “MetroProject”, llevado por las administraciones suecas entre 2009 y 2012, en el que
se invirtió más de 1 millón de euros en una serie de líneas de investigación
pluridisciplinares para mejorar la seguridad de este tipo de transporte. Entre
las tareas llevadas a cabo destaca, por su espectacularidad, el ensayo a escala
real consistente en incendiar un vagón de metro en el interior de un túnel, con
el objeto de comprender mejor la dinámica de este suceso.
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Figura 4. Ensayo a escala real del incendio de un vagón de metro en
el marco del programa sueco “Metro Project”.
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Aunque parezca mentira, en nuestra casa, aunque con inversiones más
modestas, el tema de la seguridad no ha caído en el olvido. La Generalitat de
Catalunya el año pasado licitó un contrato para que un equipo de expertos le
asistiera en la tarea de poner al día las normas contra incendios en la red
subterránea de ferrocarril.